domingo, 22 de marzo de 2009

La cuadratura del círculo. Neurobiología y su impacto en la Didáctica


El sistema límbico es un conjunto de estructuras del Sistema Nervioso Central que procesan las emociones.
Considero que el conocimiento de su funcionamiento es una herramienta de gran importancia para mejorar la eficacia de la comunicación persuasiva seductora en la relación educativa.
Esta herramienta puede ayudarnos a los docentes a saltar de nuestra pecera a la pecera de los alumnos que, lamentablemente, en no pocas oportunidades son compartimentos comunicativos estancos.

La importancia del límbico y su relación con los procesos emocionales es valorada con claridad por el marketing. Esta afirmación de Philip Kotler lo demuestra: “El consumidor es emocional más que racional. Por esto el objetivo de la publicidad es crear la ilusión de que el producto realizará los milagros que se esperan.”

El conflicto entre racionalidad y emotividad expresa la disociación escuela – alumnado. Las dificultades que tienen las instituciones educativas para sintonizar con las nuevas generaciones deben buscarse, entre otros factores, en su dificultad para manejar las emociones y otorgarles un peso específico en el proceso enseñanza – aprendizaje. El Límbico tiene razones que la razón no entiende.
Esto no deja de ser insólito ya que desde el siglo IV antes de Cristo se conoce la trascendencia de las emociones como lo ejemplifica esta frase de Aristóteles: “La educación es sobre todo educación del deseo.”

La mayor parte de los Homo Sapiens Sapiens (por más “Sapiens” que sean) se mueve por las emociones, pocos por las ideas. Los medios de masas audiovisuales lo confirman al demostrar que los intereses de la mayor parte de la población apuntan en dirección de la diversión y la distracción.
La Neurobiología también apoya esta idea. NADIE se mueve por las ideas, a lo sumo hay personas que se mueven por la pasión por unas ideas. TODOS nos movemos por emociones. Las personas que parecen moverse por grandes ideas lo hacen en realidad porque han desarrollado sinapsis entre estas ideas (corteza cognitiva) y el límbico emocional. La propia etimología de la palabra emoción (e-movere) remite a esta capacidad movilizadora. La misma pregunta es un ruego (inter – “rogación”) y este ruego es la demanda que representa el deseo emocional.

El Límbico emocional actúa como una central energética y un prolijo archivo de memorias. Es el responsable de toda la actividad creativa, de motivar la acción, de movilizarnos. Por esto ninguna idea puede movilizarnos si no está conectada con la central energética límbica.
Como escribió Antoni Gramsci: “El error consiste en creer en que se puede saber sin estar apasionado por el objeto de saber.”
Lo aprendido requiere ser ligado libidinalmente. “Sólo la pasión nos hace obrar.” reafirma Rousseau. De esta forma lo que aprendemos en un contexto emocional es inolvidable. Por lo tanto en realidad deberíamos decir “cuando veo una vaca lloro porque el Sistema Límbico me recuerda que me quemé con leche”.

La Publicidad aprovecha la “potencia emocional” generando una comunicación superficial pero excitante, logrando así que productos superfluos sean considerados imprescindibles. Esto se debe a que la publicidad apunta a las emociones y es generadora de deseos.
La comunicación persuasiva seductora le apunta al Límbico.
La importancia del Límbico la tiene muy en claro Cablevisión que tiene más de cien canales para la “central neuro-energética” emocional y menos de diez canales para corteza cognitiva. La televisión aprovecha que la imagen no debe pagar peaje intelectual (pensar, razonar, etc.) para causar emociones.

La Educación, por el contrario genera una comunicación profunda pero insípida debido a su “analfabetismo emocional”. Por esto sus productos indispensables suelen ser considerados prescindibles por sus receptores.
La educación ha de ser industria del deseo si pretende ser industria del conocimiento. En palabras de Rousseau: “Sólo tratamos de conocer porque deseamos gozar.”
El desafío es conectar la emoción con la razón porque sin motivación (lo ha confirmado la pedagogía y la neurobiología) no hay aprendizaje.

¡Su sistema Límbico NO es su amigo! Él piensa que usted aún está viviendo en una caverna y que su única función es ayudarlo a tener éxito en la supervivencia y en la reproducción. Y lo que piensa su sistema Límbico y lo que usted piensa son cosas realmente diferentes.

Aprender Geografía no está en el “top ten” de la lista límbica de actividades para tener éxito en la supervivencia y en la reproducción.
Debemos tener en claro que nuestro sistema Límbico tiene un “portero” (un filtro límbico de basura) que evita la entrada de todo estímulo ambiental que no esté relacionado con sus prioridades (sobrevivir y sexo). ¿Cómo podemos los docentes eludir este filtro límbico de basura?

Si el sistema Límbico de nuestros alumnos está tratando de salvar sus vidas y buscando pareja impidiéndole que haga algo obviamente sin importancia como estudiar para el examen de mañana, ¿cómo engañar al sistema Límbico para hacerle pensar que esa cosa aburrida y árida como la prueba de Geografía es tan importante como era el tigre para nuestros ancestros?

Todas las investigaciones parecen demostrar que el centro de toda la cuestión es una estructura del sistema Límbico denominada Amígdala, ese órgano en forma de almendra que responde en forma inconsciente ante aquellos estímulos que representen un peligro o un placer.

Si la Amígdala de sus alumnos fuera programable le pediría que por favor considerara en el examen de mañana una nota por debajo de siete como un riesgo para la supervivencia y que lo guardara en su depósito de memoria a largo plazo. Pero, ¿se puede hacer esto?
Existe una forma de programar a la Amígdala. Los estímulos que le dicen al sistema Límbico que algo es importante y digno de recordar son aquellos que despiertan nuestras emociones. Usted le presta atención, y archiva en la memoria, aquello que le despierta sentimientos porque el sistema Límbico presta atención a los cambios neuroquímicos asociados con las emociones.

Conozca cómo el sistema Límbico decide a qué prestarle atención y qué recordar. Y aquí volvemos a las emociones. Las emociones proveen los metadatos (datos acerca de los datos) para la memoria. Son las etiquetas que determinan cuan importante es la memoria y si vale la pena guardarla. Las personas recordamos qué sentimos más que si lo que escuchamos o vemos es emocionalmente vacío.

Esto se debe a que en el sueño, durante la actividad onírica, una especie de “croupier” va seleccionando qué estímulos ambientales que activaron al sistema nervioso durante el día merecen ser almacenados en los depósitos de memoria a largo plazo. El único criterio de selección es si dichos estímulos son emocionalmente relevantes.


Hasta la próxima. Robi.


viernes, 13 de marzo de 2009

La cuadratura del círculo. Características de nuestros estudiantes postmodernos y su impacto en la Didáctica


* Son más instantáneos que procesales.

* Más informatizados que comunicados porque desarrollan más relaciones con la computadora que con las personas.

* Sufren de “Mutaciolatría”, o sea adoración por el cambio. Debido a esto un docente puede sufrir la “maldición” de la Reina de Corazones que dice que lo que funcionó ayer puede no funcionar hoy.
Cuando Alicia jugaba al ajedrez en el país de las Maravillas, la Reina de Corazones modificaba las reglas del juego cada vez que ella movía una pieza.

* Ven a la verdad como algo relativo o inexistente. Más que buscar una verdad buscan algo que funcione.

* Repudian a la razón como fundamento de los asuntos humanos. Debido a esto se impone la “sensatez” del conformismo, lo limitado.

* El estudiante postmoderno se sitúa en la época del capitalismo global: “detrás de todo gran hombre hay un gran auto”, “la zapatilla que tenés en tu pie dice mucho de lo que sos”.

* Sufren de un "vértigo de imágenes electrónicas" que sustituyen a la realidad.

* Son criaturas visuales ya que viven en la “iconosfera” y se puede decir que son aprendientes digitales ya que se calcula que al terminar la secundaria han pasado 20.000 horas mirando televisión, 10.000 horas hablando por celulares, 10.000 horas jugando videojuegos y han mandado y recibido más de 200.000 mails o mensajes de texto.
* Esto plantearía la necesidad de investigar las prácticas sensoriales propias de la cultura de nuestros alumnos, ir hacia una antropología sensorial de los estudiantes postmodernos para poder mejorar nuestras estrategias educativas.

* Ya no tratan siquiera de interpretar los signos sino sólo de consumirlos

* Se destaca en ellos la pérdida de certezas.

* Los jóvenes poseen un vocabulario propio y un sistema de signos muy diferente al que utilizan los profesores por lo que la relación educativa se hace más tensa y difícil, más legal y material que íntima y personal.

* La educación institucional no se adecua al ritmo y vida de los jóvenes.

* El triple núcleo axiológico de la postmodernidad es el relativismo, el presente perpetuo y el esteticismo.

* En el relativismo todo es materia opinable.

* La postmodernidad nos muestra el presente como el mejor modo de vivir la realidad. Lo que cuenta es el aquí y ahora, liberándose de las ataduras y remordimientos del pasado y de las angustias y preocupaciones del futuro (una especie de “Memento” amnésico). La vida se percibe como un presente en cambio permanente, todo “depende de...”. El consumismo nos da un nuevo “look”, un placer hedonista, un status social que valora más las apariencias que la realidad.

* Esta moral provisional va modificando constantemente su posición

* El postmoderno se instala cómodamente en el “pensamiento débil” y superficial: lo que hoy siento y pienso no sé si lo mantendré mañana.

* Se movilizan en una pluralidad de formas de justificación.

* Fragmentación moral e individualismo narcisista: La moral también queda fragmentada sin principios fijos que la sustenten, convirtiéndose el yo en el centro de la acción. Todo vale y la moral es narcisista-hedonista, todo queda relativizado al sujeto y a cada momento. Así se elude el sentimiento de culpa y se provoca un individualismo hedonista y narcisista.

* Pluralismo de valores. Todo vale. El valor es algo circunstancial.

* En la Postmodernidad el valor se considera subjetivo: Se confunde el valor con el interés y la necesidad. Disminuyen las posibilidades de valores universales.

* Los postmodernos reducen la ética a la estética ya que importa más la estética que la ética.

* Lo personal prevalece sobre lo social. La Postmodernidad ha optado por el individualismo, lo singular, la sociedad como medio, siempre al servicio y subordinación de la persona.

* Se llega a la mercantilización del conocimiento. El conocimiento recibe legitimación solo por la eficiencia. No existe un conocimiento desinteresado. La educación se ha vestido de luto para celebrar el entierro de la epistemofilia, el estudio por amor al conocimiento.

* Hoy ya no se pregunta por lo verdadero sino por cuál es el uso de un conocimiento, cuál es su grado de eficiencia.

En definitiva los alumnos posmodernos tienen ciertas características que nos hacen recordar a los sofistas del siglo dorado ateniense:
- Relativismo: Nada es estable, no existe una verdad absoluta.

- Subjetivismo: Todo depende del observador.
- Escepticismo: Nada se puede conocer con certeza.

Por esto no debe sorprendernos la trillada compulsión binaria: “Me saqué un diez me puso un uno”.

En el alumno postmoderno (o, como lo denomina Juan Vasen, el postmocoso) predomina la lógica de los medios y del consumo, el presente sobre el futuro y la imagen sobre la palabra.

Todas estas características de nuestros alumnos postmodernos apuntan hacia una educación que se instale como un arte de frontera. Esta necesidad se justifica porque el educador transita un territorio fronterizo debiendo satisfacer simultáneamente las necesidades del alumno (sensorial, veloz, concreto, emotivo) y de la institución educativa (abstracción, racional, reflexión, ritmo pausado).
Mediar en la era de la tecnología implica moverse con habilidad y “cintura” en la frontera entre la palabra y la imagen, entre el libro y la “compu”, entre lo intuitivo y lo racional, entre la emoción y la reflexión.

Para finalizar quiero destacar firmemente que esta descripción del alumno postmoderno no es de ninguna manera peyorativa y que muchas de estas características tienen sus causas bien justificadas ya que en un gran porcentaje son la reacción a la debacle que sufrió la promesa de la modernidad y el discurso de la razón durante el siglo XX con sus dos guerras mundiales, genocidios, hambrunas generalizadas, etc., etc., etc.


Hasta la próxima. Robi

viernes, 6 de marzo de 2009

¿Los descubrimientos científicos tienen un único padre? ¿No tienen abuelos y bisabuelos?: El polígono "de Willis"


La negación de la existencia de un mito admitido por la tradición galénica desde el siglo 2 después de Cristo, la rete mirabile o red admirable (donde se producían los “espíritus nerviosos” que circulaban por los vasos sanguíneos), comenzó en en 1561 cuando Fallopius describió la unión de las arterias vertebrales y la división posterior de la arteria que formaba dicha unión (la arteria basilar dividiéndose en ambas arterias cerebrales posteriores).
También observó el ascenso de las carótidas hacia el cráneo y su división en ramas interiores (las arterias cerebrales anteriores) y su unión con las arterias del hemisferio contralateral. Fallopius también describió la circulación de las arterias comunicantes posteriores pero se confundió al concluir que se dividían en una red de pequeñas arterias antes de unirse a las carótidas.
En 1627 Casserius (uno de los maestros de Harvey en Padua) realizó la primera ilustración del polígono arterial en forma casi completa en un hemisferio aunque en el otro hemisferio continua el error de Fallopius.

En 1647 este error es corregido por Vesling pero falla al no mostrar la unión entre las arterias cerebrales anteriores. Wepfer, en 1658, da la descripción más detallada y precisa del polígono hasta el momento.
En 1664 aparece Thomas Willis en un contexto muy especial que nos hace comprender por qué se atreve a desafiar la autoridad del dogma galénico.
Dicho contexto es la revolución teológica protestante que cuestiona la autoridad de la Iglesia a interpretar la Biblia. Si Lutero y sus seguidores se atreven a desafiar a una institución tan poderosa como lo es la Iglesia Católica, ¿cómo no es posible que Thomas Willis no se atreva a liberar su pensamiento de las cadenas de un dogma construido por alguien que ya ha muerto hace más de 1.400 años?
Sin agregar NADA a la descripción de Wepfer, Willis provee la primera ilustración completa (no dibujada por él sino por Christopher Wren) del polígono en el hombre y en la oveja.

Es muy importante enfatizar que JAMÁS Willis reclamó la prioridad sobre el descubrimiento del polígono ni fue asignada a él por sus contemporáneos o sucesores inmediatos.

Además la ilustración de Willis no está exenta de errores: están omitidas las arterias cerebrales posteriores y la unión de ambas arterias cerebrales anteriores es directa en vez de hacerlo a través de la comunicante anterior.

“Si algo aprendí de la historia es que nadie nunca ha aprendido nada de los errores de la historia”. Para evitar la fatídica verdad de esta frase es importante considerar tres aspectos de este evento histórico.

Uno es que es el ser humano, históricamente (recordemos que todo esto transcurre durante el Barroco), es una criatura visual (por lo tanto no puedo protestar cuando mis hijos pasan horas frente a distintos tipos de pantallas). Si Willis se llevó el crédito del polígono fue simplemente porque fue el primero que hizo que un dibujante llevara a cabo una ilustración correcta en base a sus disecciones anatómicas. Y esto resultó en un éxito de "mercadotecnia y publicitario" tan grande que una generación que no era contemporánea de Willis acuñó el epónimo con el que actualmente denominamos el polígono arterial de la base cerebral.
Segundo es que prácticamente ningún descubrimiento médico tiene tan sólo un padre. Si se analiza con cuidado se verá que detrás de él existe un largo "linaje familiar" de abuelos, bisabuelos, tatarabuelos descubridores de factores que facilitaron y permitieron dicho descubrimiento.
Otro buen ejemplo es la Afasia "de" Broca. En 1825 (40 años antes que Broca) Jean Baptiste Bouillaud publica un artículo en el que afirma que la pérdida del lenguaje se debe a una lesión frontal inferior. Este hallazgo está basado en una prolija correlación clínico - patológica en múltiples pacientes. Hasta se anima a realizar una apuesta en la que ofrece 500 francos a todo médico que pueda encontrar un paciente con una lesión severa frontal sin trastornos del lenguaje. Sin embargo su mensaje no capta la atención del medio médico.
Por lo tanto podríamos decir que Broca lo que logró, más que un descubrimiento médico, fue un éxito en publicitar una idea.
Tercero que paradójicamente Willis no es recordado por una afirmación de increíble actualidad (para haber sido hecha durante el siglo XVII) y que genera aún hoy gran debate en los terrenos de la neurobiología, la filosofía y la teología: "El alma se encuentra en el cerebro".
"Atenienses" espero sus comentarios. Hasta la próxima. Robi

miércoles, 4 de marzo de 2009

La cuadratura del círculo




Se denomina cuadratura del círculo al problema geométrico consistente en hallar, con sólo regla y compás, un cuadrado que posea un área que sea igual a la de un círculo dado. La resolución de este problema trató de abordarse repetidas veces, sin éxito, desde la antigüedad clásica hasta el siglo XIX. Hablando en sentido figurado, se dice de algo que es la "cuadratura del círculo" cuando representa un problema muy difícil o imposible de resolver. En 1882 el matemático Ferdinand Lindermann probó que es imposible cuadrar el círculo usando regla y compás.

Creo que los educadores "de trinchera" nos enfrentamos a una situación parecida a aquellos matemáticos que con sólo la regla y el compás querían "cuadrar el círculo" cuando en el día a día intentamos resolver los problemas que plantean nuestras aprendientes postmodernos munidos tan sólo con los principios de la Pedagogía y la Didáctica.

Tal vez (tal vez) nuestro "arte" se facilitaría si a la Didáctica la pudiéramos enriquecer con los aportes de la Neurobiología, la Mercadotecnia y las realidades sociológicas del Postmodernismo.

Recordemos que el enfoque transdisciplinario se basa en una cooperación sistemática entre las disciplinas. Su imperativo es la unidad del conocimiento por lo que desborda las disciplinas. Lo transdisciplinario sólo puede lograrse cuando cada disciplina profundiza en la singularidad de sus diferencias sin intentar quitar terreno a la otra, ya que el alumno es uno, lo que difieren son los lugares desde donde puede analizárselo.

El éxito del enfoque transdisciplinario se comprueba cuando los conceptos analizados simultáneamente desde la Didáctica, la Neurobiología, la Mercadotecnia y la Sociología pueden traducirse en capacidades aplicables por el docente en el aula.

Michel Foucault afirmó que "la Filosofía consiste no en legitimar lo que ya se sabe sino en intentar saber cómo y hasta dónde sería posible pensar (enseñar diríamos los educadores) de otro modo". Tal vez un enfoque transdisciplinario permitiría, desde lo filosófico, "pensar otro modo de enseñar y de aprender".
Y si se trata de pensar de otro modo al enseñante y al aprendiente, este planteo de Gilles Deleuze creo que es de sumo interés: “Pensar es problematizar, es considerar el saber como problema. Cuando se problematiza el saber, el pensar permite alcanzar el límite de lo visible y al mismo tiempo aumentar el campo de visibilidad.” Desde esta perspectiva el impacto de la Neurobiología, la Mercadotecnia y la Sociología sobre la Didáctica también pueda servir para problematizarla y permitirnos aumentar nuestro campo de visibilidad pedagógico.

En las entradas de este blog, a través del análisis de aportes que puede hacer la Didáctica "atravesada" por la Neurobiología, la Mercadotecnia y la Sociología, pretendo (como afirma Cecilia Bixio) dar "una media respuesta porque la otra mitad es todavía pregunta y porque la mitad que es respuesta no responde a todo, no podría hacerlo ni deseo que lo haga".

Este viaje que quiero iniciar hará surgir inevitablemente preguntas, replanteos y disonancias cognitivas:
Dejaremos de refrendar provincianismos disciplinares.
¿Cómo no incomodarlos con la emergencia de lo nuevo?
¿Cómo preguntar las preguntas del otro?
Si queremos transformar lo que somos es preciso abandonar los dispositivos que nos llevan a ser lo que somos.
¿Es la didáctica un pensamiento que se piensa a sí mismo?

Hasta la próxima. Robi